Explorando las nuevas tendencias del comercio y cómo éstas cambiarán nuestra vida
El mundo del comercio está en constante evolución y para comprender hacia dónde se dirige es esencial escuchar la voz de quienes más importan: los consumidores finales. En un reciente estudio titulado “La calle dice” llevado a cabo por la Cámara de Comercio de Santiago junto con Estudio Racimo, se busca entender cómo las personas pronostican las tendencias tanto en el canal tradicional como en el comercio electrónico.
En lugar de centrarse en datos históricos o voces expertas, este estudio se sumergió en las visiones de ciudadanos comunes. Una de las cuestiones clave que surgieron fue cómo estos avances tecnológicos se traducirán en cambios en nuestra vida cotidiana. ¿Imaginamos un futuro donde las compras se realicen a través de la realidad virtual o donde la inteligencia artificial nos asista en nuestras decisiones de compra?
Estos son algunos de los insight más interesantes que arrojó este reporte:
Omnicanalidad: Redefiniendo la experiencia de compra
Cada vez es más evidente que la presencialidad está cediendo terreno ante lo digital. Ir a una tienda, elegir un producto y luego esperar para pagar, está perdiendo relevancia frente a los nuevos canales de venta en línea. Por ejemplo, una secretaria de 63 años que trabaja en Santiago Centro, imagina recibir mensualmente en su casa una caja con todos los remedios que necesita, organizados por día. Si las farmacias ya tienen su información, ella se pregunta por qué aún tiene que hacer cola cada mes para comprar sus medicamentos.
Las personas dejarán de ser propietarias de cosas y en su lugar arrendarán lo que necesiten por períodos cortos. Esto se compara con el modelo de alquiler de autos por horas, y argumenta que no tiene sentido poseer algo que solo se usa ocasionalmente, explica un contador de la comuna de San Miguel.
Sistemas de pagos más rápidos y variados. Hoy el 80% de las de los compradores online en Chile paga con su tarjeta de débito, el dinero físico va en retirada, los santiaguinos ya están esperando billeteras digitales para pagar con criptomonedas.
Un despacho más rápido aunque menos humano:
No es secreto que cuando compramos online queremos las cosas lo antes posible en nuestra puerta. La gente está cada vez más impaciente y no entiende que los tiempos de traslado a veces son muy lentos y aquello es difícil de cambiar.
Para satisfacer las demandas urgentes de las personas, la logística de la entrega ha ido avanzando gracias a la tecnología. En un futuro cercano, es probable que los robots sean los encargados de entregar nuestros pedidos directamente en nuestra puerta. La utilización de drones y vehículos autónomos en tierra se perfilan como opciones para automatizar las entregas, lo que podría resultar en un proceso más sostenible y económico.
Un periodista de Ñuñoa relata que durante una visita a Estados Unidos, le sorprendió ver a un repartidor remoto en la calle. Era como un carrito autónomo con ruedas que se movía solo por la acera para entregar pedidos a domicilio. Pensó que los autos lo atropellarían al llegar a la esquina, pero para su sorpresa, esperaron juntos el cambio de luz para peatones. Esto le hizo pensar que es posible que estos robots se implementen en Chile.
Sostenibilidad
En nuestras conversaciones diarias sobre el futuro, a menudo surgen preocupaciones acerca de la supervivencia y la escasez en el contexto de la crisis climática. La sostenibilidad se refiere a la búsqueda de un desarrollo que satisfaga las necesidades económicas, sociales y ambientales actuales sin poner en riesgo las de las generaciones futuras.
Un periodista de Ñuñoa, reflexiona sobre cuánto tiempo tarda un pañal en degradarse y ahora se siente preocupado cada vez que cambia a su guagua. Sueña con un futuro donde los pañales se degradan en menos de un año, y que esto sea la norma para que todos puedan acceder a ellos sin que sea un lujo.
Una geógrafa nacida en Iquique, imagina un futuro donde sea común que las personas reciban un pago por reciclar, incentivando el cuidado del medio ambiente. Se inspira en el sistema europeo donde se otorgan vales de alimentos a cambio de basura reciclada y espera que esta práctica se implemente en su región.
El valor de lo local y hecho a mano tendrá cada vez mayor valor, como señala una fonoaudióloga de La Reina. Como la producción será cada vez más global, el trabajo de autor o hecho a mano va a tener más espacio, la gente va a querer mostrar cada vez más esa exclusividad de lo que tiene para diferenciarse del resto promoviendo el comercio local y minorista.
Existir en un mundo virtual:
El metaverso, según la visión de Meta, representa la próxima etapa en la evolución de la interacción social. Promete una forma de socialización a través de la realidad virtual y aumentada. Además, en el metaverso será posible realizar transacciones comerciales, lo que amplía los límites del comercio al integrar la experiencia del mundo real con la virtual.
Una educadora de párvulo de La Florida imagina que la compra de un automóvil ya no implica visitar un concesionario físico. En su lugar, habrá un sistema virtual accesible a través de anteojos de realidad virtual, que le permitirá explorar el automóvil, observar su interior y realizar cambios en detalles como su color, incluso escuchar el sonido del motor, sin moverse de su casa.
El cuerpo no será una barrera. Según explica una ingeniera de transportes, va a mejorar la experiencia de probarse ropa al comprar en línea. Propone crear una aplicación que permita probar la ropa utilizando las medidas del propio cuerpo o de manera virtual, para asegurarse de que la prenda se ajuste adecuadamente y evitar devoluciones.
Pero no todo es digital, los puntos de venta tradicionales nunca van a quedar obsoletos, el contacto humano y una experiencia única son muy valorados. Es imposible sustituir un plato de comida bien hecha o una sesión de peluquería y masaje con las amigas.
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